>> miércoles, 26 de mayo de 2010
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En la mañana va a volver a ser.
Igual que aquel, una ventisca de arroz,
un tenedor sin puntas, inconsistente.
Y en el eco de la noche, que va y no viene casi nunca,
se va a hundir porque le ne frega la vida.
como si abriera la puerta
y la cerradura se le quebrara en la mano.
No vuelvas más día de sol, le dijo ayer, y hoy regresó.
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